Si puedes medir la felicidad, ¿por qué no podrías medir el Social Media ROI?

Francisco Marco-Serrano0

¿En qué se parece el Social Media ROI a la felicidad? ¿En que si consigues medirlo eres feliz? ¿En que sólo serás feliz si consigues demostrarle a tu superior o a tu cliente que el ROI de tus acciones en Social Media es positivo?

Centrémonos. Supongo que en alguna ocasión habrás oído decir que el Social Media ROI es como el sexo adolescente: todos hablan de él pero nadie lo ha practicado. Es triste pero es debido a que hay muchos mitos en torno a los social media y al Social Media ROI.

En el post sobre cómo medir y calcular el Social Media ROI, que iniciaba la serie de entradas que hemos dedicado a desmontar los mitos del Social Media ROI, vimos cuál era la fórmula ‘mágica’ de Social Media ROI: una resta, una división y una multiplicación por 100. Indicábamos esto:

 

ROI = [BENEFICIO NETO / COSTES] x 100

 

Después desmenuzamos dicha ecuación en sus distintas partes: los costes, y los beneficios, a los que dedicamos un post en cada uno de los enlaces.

Pues bien, hoy vamos a desmontar otro mito: ¡el Social Media ROI SÍ se puede medir!

 

 

Cómo se mide la felicidad

Hue Nicolas, from The Noun Project

Puedes medir la felicidad, ¿por qué no podrías medir el Social Media ROI, entonces?

Efectivamente, la felicidad puede medirse, y es algo con lo que suelo iniciar cualquier sesión de formación sobre Social Media ROI, gestión de recursos naturales, economía de la cultura y la comunicación o medición de intangibles en general.

¿Le has preguntado alguna vez a un psicólogo si es capaz de medir el dolor? Te asombrarás con la respuesta: es cierto que se puede medir el dolor, aunque obviamente se trata de una escala subjetiva (por ejemplo, esto me ha dolido más que esto otro). Démosle una vuelta de tuerca más y procedamos a convertir la escala de dolor (de menos a más) en términos monetarios (sí, el consabido DINERO).

[quote style=”1″]El país más rico en términos de felicidad es Bhutan.[/quote]

Medir la felicidad es algo muy subjetivo, y lo que tú consideras ser muy feliz es posible que yo lo considere simplemente aceptable. O incluso que tú te consideres una persona feliz pero yo vea en ti a una persona medianamente triste. Sin embargo, cuando los psicólogos han trabajado la autoclasificación (de la felicidad) se han dado cuenta de que las personas somos bastante buenas en realizar dicha clasificación, y que las autoclasificaciones son una buena fuente de cuantificación de la felicidad. Por ejemplo, ¿cómo de feliz dirías que eres?

[1] Muy infeliz

[2] Infeliz

[3] Ni feliz, ni infeliz

[4] Feliz

[5] Muy feliz

Con tu respuesta es posible que un experto se equivocase, y que tú seas una persona exagerada, o que te veas de una forma diferente a como te ve tu círculo de amistades y familiar. Ahora bien, ¡cuando se toman datos de 1.000 personas estos datos anómalos pierden importancia! Por eso se puede utilizar este método para medir la felicidad.

Y ahora viene la mejor parte: asignar valores monetarios. Vamos a aplicar la metodología más simple que podamos.

Supongamos que has elegido ‘[4] Feliz’: ¿a qué porcentaje de tus ingresos mensuales, de por vida, estarías dispuesto a renunciar para convertir ese [4] en un ‘[5] Muy feliz’?; alternativamente, ¿qué porcentaje estarías dispuesto a recibir de más para que en lugar de un [4] puntuases un ‘[3] Ni feliz, ni infeliz’? Cabe señalar que ambas preguntas tienen supuestos distintos de aplicación, y que cuando se realizan los estudios, hay que tenerlo muy en cuenta.

Pues bien, cuando se tiene la información para la población de estudio, junto con su nivel de ingresos, ¡se obtiene el nivel de felicidad de una región, país, o colectivo humano!
[quote style=”1″]Uno de los países pioneros en este tipo de medición -con otro tipo de metodología- ha sido el Reino Unido. Cuando los economistas se dieron cuenta de que a pesar de ser una nación desarrollada, y que la renta per cápita había crecido notablemente desde la posguerra (II Guerra Mundial), los niveles de felicidad se habían mantenido prácticamente invariables. Entonces, ¿significa eso que el dinero no da la felicidad?[/quote]

De la medición de la felicidad a la medición del Social Media ROI

Medir Social Media ROI
Sergey Krivoy, from The Noun Project

¿Qué podemos aprender de la medición de la felicidad para aplicarlo a la medición del Social Media ROI?

3 aspectos, fundamentalmente:

  1. Todo es medible, hasta la felicidad y el Social Media ROI. En general, todos los intangibles son susceptibles de medición, siendo otros de ellos la imagen de marca, el engagement, o el word of mouth. Como siempre, te recomiendo que te suscribas al blog en la columna de la derecha o al final de este post para no perderte las siguientes entradas, donde iré explicando cómo hacerlo
  2. Si medir la felicidad requiere entender la psicología humana, la medición del Social Media ROI requiere saber de marketing, comunicación y finanzas, así como puede suponer tener que aplicar metodologías que no son fáciles de aplicar, o que requieren unos mínimos conocimientos estadísticos. De nuevo, es mi deber el ir explicándote las bases para que puedas hacerlo
  3. Al igual que sucede en el Reino Unido, prepárate a tener resultados desesperanzadores. ¡A lo mejor tu campaña no ha sido tan exitosa en términos de ROI como tú esperabas! O a lo mejor eres el equivalente a Bhutan… Independientemente de ello, habrás realizado una medición científica

¿Cómo lo ves? ¿Estás con ánimo de ponerte a medir el Social Media ROI como mandan los cánones? ¿Hay algo en especial que te interese saber?

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Francisco Marco-Serrano

Consultor especializado en Social Media ROI. Analista económico y de negocio y formador en Dirección de Empresas, Economía y ROI del Marketing.

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